Como almas viajeras que somos venimos a vivir esta experiencia humana para aprender a recordar nuestra esencia,
nuestro ser individual que somos, nuestra consciencia compartida con las demás almas.
¿Cómo podemos empezar a recordar?
Escuchando nuestra intuición, escuchando esa voz interna que muchas de las veces no se calla, quizás si sientes que no se calla es porque está chillando para que la escuches, para que le prestes la atención que necesita y merece, así que siéntate en algún lugar cómodo, si es en la naturaleza mucho mejor, si no, no pasa nada, puedes ponerte en tu habitación donde nadie te moleste y puedes ponerte audios de naturaleza que hay en Youtube, eso te ayudará a conectar más con ella aunque no estés físicamente presente, recuerda que prácticamente en todo, da igual en el lugar donde estés, siempre estaremos conectados a la naturaleza, ya que todos somos uno.
Cierra los ojos para que te empieces a escuchar desde dentro, desde tu corazón que es el que está chillando para que lo escuches, y en cuanto veas, sientas o escuches lo primero que se te venga, hazle caso, aunque en ese momento no tenga sentido, hazle caso, déjate guiar por ese sentimiento, deja lo racional y la razón para otro momento, en este momento es el momento de sentir y no juzgar.
Si tienes un bolígrafo a mano y una hoja mucho mejor, ya que si escribes o dibujas todo eso que se te viene será mucho mejor para analizarlo después, una vez que ya está todo, que plasmaste todo lo que sientes que crees que tu corazón no tiene que transmitirte nada más, empieza a observar, solamente a observar sin juzgar eso que acabas de plasmar en la hoja, si tienes la necesidad o el impulso de hacer algo, hazlo, como dije antes, déjate guiar por ese sentimiento, déjate guiar por tu corazón.
Esto es sólo una guía para que aprendas a escucharte desde tu interior, no es una guía para que hagas todos y cada uno
de los pasos para que descubras o logres ver tu ”propósito de vida” y se te resuelva la vida, no es para nada eso, todo
proceso lleva su tiempo y su dedicación y cada uno tenemos un ritmo diferente al otro.
Por tanto yo no te puedo decir todos y cada uno de los pasos que tienes que hacer para que descubras eso que quieres o necesitas, ya que cada uno estamos aquí por un motivo diferente.
Todos estamos aquí viviendo esta experiencia humana porque tenemos algo que transmitir al mundo y eso sólo lo sabes tú, tú camino sólo lo sabes tú, porque muchas de las veces cuando vamos a hacer esos ejercicios que otras personas nos dictan solemos hacerle caso por el sentimiento que nos nace desde la corriente de la desesperación, desde la corriente de querer saber por el miedo a la incertidumbre y quizás también por el miedo a fallar, por tanto, si haces esta práctica todos los días un ratito, aprenderás a escucharte, aprenderás a recordar tu esencia, tu ser, tú camino.
Al principio puede que se te haga bola porque quizás puedes sentir que no te llega nada, o que estás bloqueada, perdida
o que no eres lo suficientemente buena para llegar a canalizar, y no es así.
Déjame decirte que todos y cada uno de los seres que habitamos este planeta tenemos este gran don, el gran don de
canalizar energía, algunos les costará más y a otros menos, pero absolutamente todos podemos hacerlo, por todos
estamos conectados, todos somos uno.
Lo único que tienes que hacer es ser constante, es querer de verdad escucharte, querer de verdad avanzar y crecer,
querer de verdad a estar abierto a la sabiduría que te puede transmitir tu esencia.
Si nos escuchamos de esta forma de una manera constante o casi que constante, con el tiempo ganaremos confianza,
ganaremos sabiduría, ganaremos energía, seguridad, luz, amor.
Gracias a esta practica yo cada vez me ayudo más, me ayudo a mejorar, a avanzar, a crecer, a detectar mis bloqueos, a
saber encontrar las soluciones, a encontrar el camino porque tu mente consciente no sabe el camino, pero tu corazón sí,
el sí que sabe ese camino de regreso a casa, de regreso a ti, por tanto a quien tienes que escuchar es a él, y verás que
con el tiempo todo se acomodará y en cuanto mires atrás, verás todo lo que has avanzado.